Así es como se conoce en el ciclismo a la Clásica
Paris-Roubaix, por su dureza. En la segunda edición del Bilbao Triatlón, la
intensa lluvia y el frio, han convirtido la carrera en El infierno del Norte
del Triatlón.
En 2011 Bilbao Triatlón fue mi tercer triatlón,
lo que unido a correr en casa acompañado de mi familia y amigos lo convertía en
algo muy especial. Este año se volvía a repetir la historia y aun era más especial,
ya que estaba acompañado de mis amigos; Agus y Armando, Edu y Marta, Jaume e
Isabel, Xavi y Marc, y por supuesto Lola.
La mañana del sábado, amanecía sin lluvia
pero con el cielo totalmente cubierto. La predicción meteorológica decía que empezaría
a llover con el inicio del triatlón. Mientras intercambiamos experiencias, preparábamos
las bicis en el caserío, para comer pronto y acercarnos a Bilbao.
Dejamos todo lo necesario en la zona de
transición y los 650 participantes, esperábamos la hora de salida en la orilla
de la ría.
Nada mas meterme en el agua, compruebo que
está muy fría y espero impaciente el
pistoletazo de salida, para nadar los 1900m, desde el Arenal al Guggenheim y
vuelta (00:34:52 Parcial 234).
Con las extremidades insensibles por el
frio, intento hacer una transición rápida, por lo que decido no ponerme
manguitos ni chubasquero. No soy consciente de que ya ha empezado a llover. Por
delante 90 Km. en bicicleta.
Comienzo tranquilo, intentando coger ritmo. Pronto me pasa Edu, al que intento
seguir manteniendo la distancia necesaria para evitar el drafting, pero mi
cuerpo no va bien por el frio. Esta sensación se agrava al llegar al alto del
Vivero, donde comienza un largo descenso con agua y niebla, que impide coger velocidad
y me hace estar más pendiente de no caer que de ir al 100%. Me pase tres horas
con todo el cuerpo en carne de gallina (02:55:10 Parcial 141).
Corriendo, la velocidad no es tan alta y
la sensación de frio desaparece. Además no siento los pies, lo que me permite
correr sin conocimiento. Veo que el ritmo es bueno y cuando me pasa Marc, me
esfuerzo en seguirle, ya que su ritmo es aun mejor. Pasan los kilómetros y las
sensaciones siguen siendo buenas, lo que me permite incrementar el ritmo los 3 últimos
km (01:37:06 Parcial 163).
Finalmente cruzo la meta con un tiempo de
05:07:08 en la posición 140, con un tiempo muy similar al año anterior
(05:06:47). Analizando los parciales de 2011, compruebo que he nadado y corrido más rápido, pero he
perdido mucho tiempo en el sector de ciclismo, en el que mejor me suelo
defender, por las condiciones meteorológicas. Este año las sensaciones han sido
buenas y aunque he sufrido por el frio, he disfrutado mucho de la prueba.