“Gracias por todo…Bilbao” crónica del Bilbao Triatlón 2011.

Mi amigo Jaume no se metió cinco horas de viaje para venir a este medio ironman por casualidad. El ya tiene la experiencia de las maratones de Zegama y Donosti y sabe bien, que cualquier evento deportivo en el país vasco, se ve respaldado por gran cantidad de público, que no deja de animar en ningún momento, desde el primero hasta el último corredor.
La organización parecía tenerlo todo pensado. Habían dado mucha publicidad al hecho de que 500 triatletas fueran a nadar en la ria y pusieron la salida en pleno centro de Bilbao y en hora punta. Esto propicio que en un soleado y precioso día de primavera, más de 20.000 bilbaínos, invadieran los márgenes de la ria para animar a los triatletas, que esperaban el pistoletazo de salida, en las recuperadas aguas de la ria de Bilbao.
Yo me acerque a Bilbao el viernes, para recoger los dorsales y enseguida me di cuenta de que el montaje que estaban preparando no se parecía en nada a todo lo que había visto hasta entonces. La zona de transición y de meta invadía literalmente todo el arenal.
El sábado Jaume y yo dejamos nuestras cosas en la zona de transición y nos colocamos el neopreno para meternos en la ria.
Con el pistoletazo de salida, comenzaron los 1900 m de natación, desde el Arenal al Guggenheim y vuelta. Por fin tuve buenas sensaciones desde el principio y me concentre en nadar lo mejor que se. (00:37:42 Parcial 152).
A partir de aquí, había que superar 90 Km. en bicicleta, con un puerto que había que subir en dos ocasiones. Los primeros 15 kilómetros servían para coger ritmo, porque después venia la primera subida al Vivero. Subo piñones para ascender ligero de pedalada y sin forzar, que queda mucha carrera.
En la segunda subida al Vivero es donde se comienza a ver a la gente mas tocada y alguien me canta que voy el 70. Me esfuerzo a tope en la bajada y me planto con ganas en la segunda transición. (02:45:05 Parcial 89).
Comienzo corriendo a buen ritmo los 21 Km. que me quedan para llegar a meta, pero el calor y el viento en contra logran que en el kilómetro 5 ya no tenga energía y simplemente pueda correr, sin poder ir al ritmo que me gustaría. Me comienza a pasar gente, pero me centro en ir haciendo kilómetros con la vista puesta en la meta. (01:44:01 Parcial 202).
Cruzo la meta con mal sabor de boca porque no me he sentido bien corriendo y tengo la sensación de haber perdido la carrera, ya que para mi, disfrutar compitiendo tras meses de entrenamiento supone una victoria. (05:06:47 Posicion 123)