“Objetivo cumplido, ya soy Finisher” crónica del Ironman de Zurich 2011.

El proyecto inicial era hacer mi primer Ironman con mis amigos Xavi y Jaume, pero por diversas razones, ambos no han podido venir y mi acompañante en este reto ha sido Lola. Como ella es quien me ha aguantado durante los diez meses que he preparado la prueba y durante los días previos (en los que reconozco que he estado insoportable) y además ha corrido la maratón conmigo, voy a narrar esta crónica en plural, ella es tan finisher como yo.
Nuestro primer gran reto era hacer el viaje hasta Zurich (prácticamente 2000 Km.). Lo realizamos en tres etapas de coche: Lalin – Bilbao, Bilbao – Besancon y Besancon – Zurich. El viernes al mediodía ya estábamos instalados en el hotel y preparados para dar una pequeña vuelta en bici y desentumecer los músculos de tan largo viaje.
El sábado por la mañana, nos encontramos con los primeros españoles, cuatro parejas de Úbeda, que venían con el mismo objetivo, terminar su primer Ironman. Fueron quienes nos pusieron al día de cómo movernos por la ciudad y como llegar a la zona de carrera.
Nos trasladamos al centro de la ciudad en tranvía y desde allí, tras un largo paseo junto al lago, dimos con la zona habilitada para el evento. La zona de salida, de transición y de meta, estaban acompañadas de un enorme jardín del atleta y la zona de feria, donde podías ver las ultimas novedades en material de triatlón y degustar menús especiales para deportistas.
Nosotros nos centramos en recoger el dorsal y hacer las primeras compras en la tienda de Ironman (es inevitable, es lo primero que ves tras recoger el dorsal).
Con el tiempo justo, volvemos al hotel para comer y preparar la bici, ya que a primera hora de la tarde tiene que estar depositada en la zona de transición. Ahora si que aprovechamos para ver toda la exposición y familiarizarnos con la zona de carrera.
De nuevo en el hotel organizamos todo el material necesario para mañana, volviéndolo a repasar mil veces, para que no se olvide nada. Cenamos y nos vamos a dormir lo antes posible.

A las cuatro de la mañana suena el despertador. Hemos dormido bien y nos dirigimos al comedor, para llenar la tripa, ya que el día será lago. A las cinco, un taxi nos recoge para acercarnos a la salida. Aun no hay demasiada gente en la zona de transición y preparamos todo el material con tranquilidad. Dejamos la bolsa con la ropa de recambio en el jardín del atleta y nos acercamos hasta la playa en donde se dará la salida. Nos colocamos el neopreno y probamos el agua. Es la primera vez que nadamos en toda la semana (por la caída que sufrí el fin de semana anterior en la copa del rey en Ferrol), pero las sensaciones son buenas.
Pronto se llena la playa de corredores y publico y dan la salida. Salimos muy adelante ya que somos más de 2.000 y enseguida encontramos nuestro sitio y nuestro ritmo. Van pasando los metros y sin darnos cuenta estamos pasando por la isla por primera vez. La segunda vuelta pasa igual de rápido, aunque empezamos a marearnos de tanto sacar la cabeza. (1:12:42 Parcial 95).

La bici comienza con 30 Km. totalmente llanos junto al lago, lo que nos obliga a llevar durante mucho tiempo la postura aerodinámica, así que agradecemos el momento en el que comienzan las primeras subidas y podemos incorporarnos otra vez. Tras varios subes y bajas, volvemos junto a pantano, para llegar a la famosa subida de Heartbreak Hill, donde se congrega la mayor cantidad de público. Tras este punto comienza la segunda vuelta con la ventaja de ser igual que la primera y saber donde esta lo duro, así que nos concentramos en seguir comiendo y bebiendo para que no nos falten las fuerzas. Para este punto de la carrera, el cuerpo esta totalmente adaptado a al bicicleta y los kilómetros pasan con mayor facilidad. (5:36:26 Parcial 58).
Ahora toca correr y parece que las sensaciones son buenas, ya que llevamos un ritmo de 5:00/Km., aunque pronto nos tranquilizamos e intentamos establecerlo en 5:30/Km. Esto es así, hasta el kilómetro 25, donde notamos el primer síntoma de flaqueza, ya que no hemos comido nada durante las dos horas que llevamos corriendo. Pasamos andando por un avituallamiento y aprovechamos para tomar un gel y el primer baso de coca-cola. Esto parece que nos revive un poco y volvemos a recuperar el ritmo, que ya no dejaremos hasta el ultimo la línea de meta. (3:57:40 Parcial 96)
Tras cruzar la meta, se junta la alegría con el cansancio acumulado tras tantas horas de competición. Es un momento en el que no sabes muy bien como te encuentras, aunque solo hay que ver las fotos, para saber que estaba muy feliz. Ha sido un año en el que he aprendido, disfrutado y sufrido entrenando, para cumplir con un nuevo reto personal; convertirme en finisher. (10:52:10 Posicion 65 del grupo de edad 30-34)